| Sumario: | Informes de labores recabados por el director de la Biblioteca Nacional, Ciro B. Ceballos, de entre los empleados superiores del establecimiento, según instrucciones dadas en ese sentido por el rector de la Universidad Nacional. Los empleados considerados son: Juan B. Iguíniz, subdirector; Enrique González Llorca, secretario, y Antonio Tagle, jefe del Departamento de Canje. Ceballos comunica al rector su acuerdo con los informes de los dos últimos, manifestando abiertamente su desaprobación y franco rechazo al de Iguíniz, aduciendo que las actividades por él descritas son en realidad ejecutadas por la Dirección del establecimiento, señalando además que "los antecesores de él [de Ceballos], aun los más esclarecidos, no han prestado en el pasado una atención positiva y eficiente, a la marcha progresiva de la institución, en cuanto a su organización interna. Ello, unas veces, por los achaques de la ancianidad, como en el caso del respetabilísimo señor Vigil, en sus últimos años, y en el del señor Sosa. Y otras veces, por incompetencia o desidia, debiéndose exactamente a esa corruptela, el que, ahora que la Dirección trabaja, como es de su deber, hayan quedado absorbidas y nulificadas por ella, las labores desempeñadas en otro tiempo, por algunos empleados, a quienes se dejaba obrar conforme a su talante y arbitrio, pues la disciplina, en aquel entonces, era menos que metafísica [sic toda la cita]."
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